¿Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.">Perderemos 125.000km2 de territorio?
Ocean. Guillermo Quirós Álvarez.
22 de enero de 2012. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Es la proyección submarina del continente hasta las 100 brazas de profundidad. Termina allí donde la pendiente del suelo inicia un relieve más pronunciado que se llama talud continental. A su vez al pie del talud el relieve es menos empinado pero muy irregular. En este sector se acumulan los sedimentos que se han deslizado hasta las profundidades a lo largo del talud. Más allá de la plataforma continental con una constitución geológica diferenciada, se encuentran los fondos marinos o praderas abisales, con regiones llanas e irregulares, profundos cañones y verdaderas cordilleras y volcanes.
El suelo marino más valioso es la plataforma continental pues resulta más fácil explotar su subsuelo al tener la misma geología que el litoral continental, además tendrá los mismos recursos minerales; y siendo poco profunda, es accesible a los rayos solares que promueven la vida submarina.
La Convención del Derecho del Mar de Naciones Unidas desde el punto de vista de la jurisdicción del estado marítimo sobre suelo y subsuelo marinos, le asigna un espacio determinado por límites físicos, geológicos y jurídicos. En su artículo 76 CONVEMAR establece que la plataforma continental de un estado ribereño se extiende hasta el borde exterior del margen continental o bien hasta una distancia de 200 millas náuticas contadas desde la línea de base. Esto significa que cuando la plataforma continental finaliza geológicamente antes de las 200mn, la Convención aumenta la jurisdicción del estado ribereño sobre suelo y subsuelo marinos hasta dicha distancia de la línea de base. En los casos en que la plataforma continental sea muy ancha y su margen continental se encuentre más allá de las 200mn de las líneas de base (Costa Rica), la Convención le otorga al Estado ribereño hasta donde llegue geológicamente el margen continental pero sin sobrepasar 350mn.
Ilustración 2. Extensión real de algunos países de Mesoamérica, según la base de datos de Naciones Unidas (http://maps.continentalshelf.org/viewer.htm). La línea celeste señala los límites actualizados al 2008. Observe que nuestro país es notoriamente mayor que los países vecinos centroamericanos. Fuente: UNEP Shelf Programme. Adaptación del autor.
Extensión territorial actual
Utilizando criterios constitucionales, Costa Rica es el país más grande y con los mayores recursos naturales de América Central: 51.100km2 de continente (8%) + 589,682km2 de suelos marinos (92%) = 640.782km2. Tres veces la extensión total de Nicaragua y dos veces Honduras, antes de 1975 los hermanos mayores de la Región.
En la cuantificación de los territorios de los países centroamericanos (Cuadro 1), Costa Rica aventaja por mucho la extensión territorial de cualquiera de los otros países hermanos, gracias a la presencia de la Isla del Coco en el Océano Pacífico (uno de los once volcanes submarinos nuestros, ubicada en coordenadas geográficas: 5:31N-87:04O), a partir de la cual se extiende Costa Rica 200millas náuticas adicionales (370km) desde ese punto, situado a 549km de Puntarenas.
País |
Área Continental
|
Longitud Costas |
Extensión Caribe |
Extensión Pacifico |
Total Marino |
Total General |
Relación con CR |
Guatemala |
108.890 |
400 |
5.445 |
119.779 |
125.224 |
234.114 |
0.37 |
Belice |
22.966 |
386 |
22.966 |
0 |
22.966 |
45.932 |
0.07 |
Honduras |
112.492 |
820 |
213.735 |
5.625 |
219.359 |
331.851 |
0.52 |
El Salvador |
21.041 |
307 |
0 |
63.123 |
63.123 |
84.164 |
0.13 |
Nicaragua |
129.494 |
910 |
38.848 |
32.374 |
71.222 |
200.716 |
0.31 |
Costa Rica |
51.100 |
1.412 |
12.775 |
576.907 |
589,682 |
640.782 |
1.00 |
Panamá |
78.200 |
2.490 |
140.760 |
140.760 |
281.520 |
359.720 |
0.56 |
Fuente: elaboración propia.
Como se deriva de este Cuadro, la cobertura oceánica supera el 90% del territorio y por ello la trascendencia de su identificación apropiada, sus características reales, su referencia oficial por las dependencias del Estado y la necesidad de modernizar nuestro sistema educativo, realzando la variedad y riqueza de nuestros recursos marinos.
Riquezas marinas
La distribución de riqueza mineral en los fondos marinos del Planeta no se halla por igual en todas direcciones. Acentúa su concentración en áreas cercanas a la costa, esto es, en un radio de tan solo cientos de millas náuticas allende, coincidiendo con la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de los países ribereños. Por otro lado los que se hallan en las grandes praderas oceánicas internacionales han sido declarados patrimonio de la humanidad, por lo que apropiarse de ellos es difícil al hallarse protegidos por la Autoridad de los Fondos Marinos de O.N.U. La estrecha faja de 12 millas náuticas o mar territorial por otro lado, es soberana en todo el Planeta. Así que solo les queda a los países poderosos echarle la mano a la ZEE en aquellos países cuya protección nacional es débil, como en el caso de muchos países latinoamericanos incluyendo Costa Rica. En particular la crisis de energía que se acentúa día a día, hará que los valiosos recursos del suelo y subsuelo sean garantía de desarrollo y bienestar para los pueblos que posean derechos sobre ellos. Por tal motivo la ZEE se convertirá en un área cada día más estratégica para el desarrollo de los países ribereños.
A partir de los años cincuenta del siglo anterior, con la creación de la Comisión Interamericana de Atún Tropical, surge el interés internacional por aprovechar el atún de nuestras aguas e investigar los extraños fenómenos naturales que producen esta riqueza de gran valía. Así las universidades de California y las agencias federales norteamericanas primero; y luego las francesas, inician la investigación sistemática de nuestros ecosistemas oceánicos del Pacífico, así como del piso oceánico asociado. Con este propósito se invirtieron decenas de millones de dólares anualmente para llevar a cabo investigaciones que nuestro gobierno ni financió ni utilizó hasta ahora para planificar el desarrollo nacional. Tal es la génesis de la información base que permite hoy definir los rasgos sobresalientes de nuestro piso oceánico (ilustración 2). Ellos son:
1. La gran planicie abisal del norte (color amarillo suave), la cual cubre un área cercana a 185.215km2, o sea casi cuatro veces el territorio nacional continental. Sobre esta superficie se produce de forma permanente el exclusivo fenómeno de domización. El cual a su vez ha generado enormes depósito de hidratos de metano, un cristal 185 veces más energético que el gas natural y que podría soportar las necesidades de energía de América Central por 350 años.
2. La Trinchera Mesoamericana que se origina en el sur de México y corre paralela al litoral Pacífico de América Central hasta la altura de Quepos (color azul oscuro y morado). En nuestro territorio forma un cañón submarino angosto de 18km de ancho y 360km de largo, alcanzando los 4500m de profundidad. Las paredes orientales constituyen el talud continental, donde los sedimentos depositados por cientos de años tienen el potencial de generar maremotos sobre las ciudades costeras.
3. La Cordillera Cocos (color rojizo), la mayor y más alta del país, con al menos 15 montañas submarinas, dos grandes mesetas y varios cañones importantes. Tiene una extensión de 950km sobre el territorio nacional y un ancho medio de 270km, algo mayor que en el territorio continental. Prospecciones preliminares indican amplios yacimientos de gas natural y vastas reservas de minerales valiosos y petróleo. Dentro de ellos el gas natural es un elemento estratégico, pues representa el equivalente de suplir las necesidades de energía de Alemania por 15 años –tal como afirmaron científicos alemanes de la GTZ en la prospección llevada a cabo entre 1996 y 2005-.
4. La plataforma continental frente a la península de Nicoya (color fusia) de unos 12.000 km2 de área, pletórica de nódulos polimetálicos, fundamentales en la industria moderna.
5. Reservas de energía mareomotriz en sitios privilegiados hacia la boca del golfo de Nicoya, indican un potencial entre 25 y 50 megavatios de potencia, incorporables al sistema nacional interconectado de energía eléctrica, generando empleo directo para unas 1200 personas en áreas costeras deprimidas socialmente.
6. Altos potenciales de energía eléctrica por diferenciales térmicos se establecen entre los cañones de la Trinchera Mesoamericana y la plataforma continental, a tan solo 15mn del litoral. Agreguemos a ello el potencial de un oleaje severo, que alcanza frecuentemente entre 8 y 12 pies de altura en varios sitios abiertos del litoral pacífico, que bien podrían generar la energía que requieren los modernos complejos turísticos en sus fronteras.
Es un hecho que la extensión, características morfológica y vastos recursos marinos en nuestro territorio, ha pasado inadvertida al hombre común y al letrado de nuestro pueblo. Se ignora la verdadera geografía física en que se asienta nuestra identidad territorial. Por décadas hemos enseñado en el aula gran falacia: Costa Rica es un país pequeño, de tan solo 51.100km2. En contraposición nuestro artículo seis constitucional nos muestra una realidad diferente, cuya expresión geográfica no hemos incorporado en el acervo nacional.
Ilustración 4. Verdadero mapa físico de Costa Rica. De color rojo suave las profundidades menores de 700m, rojizo las profundidades menores de 2000m. De color amarillo entre 2000 y 4500m. De color azulado mayores de 4500m. Fuente: elaboración propia.
13 de mayo del 2009: fecha histórica
Fue durante el enfrentamiento cívico con motivo del Referéndum del 7 de octubre 2007, que saltó la oportunidad de tratar en plaza pública el tema de los recursos y del territorio marino de nuestro país, frente a la pretensión norteamericana de ampliar su dominio comercial sobre nuestros vastos océanos al amparo jurídico del TLC; donde ellos haciendo gala de imperio y nosotros de serviles súbitos, aceptamos ceder derechos soberanos sobre el 92% de nuestro patrimonio nacional: “el territorio aduanero de Estados Unidos, incluye los 50 estados, el Distrito de Columbia y Puerto Rico, (ii) las zonas de comercio extranjeras ubicadas en Estados Unidos y en Puerto Rico, y (iii) cualquier zona que se encuentre más allá de los mares territoriales de Estados Unidos dentro de la cual, de conformidad con el derecho internacional y con su Derecho Interno, Estados Unidos podrá ejercer derechos en lo que se refiere al fondo y al subsuelo marinos y sus recursos naturales”. Así resultaba fácil comprender que el interés norteamericano no estaba en el simple comercio de bienes del supermercado, si no en las grandes reservas nacionales de energía y metales estratégicos para la moderna industria, que muy bien conocen.
Este tema se trató en los debates públicos, coincidiendo ambos lados -para sorpresa mía- en su respaldo a una nueva identidad nacional. Tal coincidencia política, fue lo que permitió el 6 de agosto del 2008, que por unanimidad la Asamblea Legislativa acordara reiterar la soberanía sobre nuestra plataforma continental, así como remitir una vehemente petitoria al Poder Ejecutivo para que honrara su compromiso de atender la resolución SPLOS/72 (mayo 2001); producto de la Reunión de los Estados Parte para ejecutar el art.4 del Anexo II de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar; en la cual se acordó fijar el 13 de mayo del 2009 como plazo máximo para recibir solicitudes de ampliación de la plataforma continental y con ello el territorio de los países ribereños. Desgraciadamente a mediados del año 2008 ya habían transcurrido 7 años y desfilado tres administraciones públicas, sin que se ejerciera el derecho otorgado. Y esa fue una legítima preocupación de fondo de quienes anteponemos los intereses patrios a compromisos foráneos.
Para entonces, era preciso presentar estudios técnicos acabados, donde se defendiera con razones científicas de fondo el territorio solicitado, a partir de suelos marinos internacionales libres de disputa entre países ribereños. Por su complejidad, tal estudio requiere de gran esfuerzo financiero, recursos humanos calificados, programas científicos y datos reales certificados por autoridad competente internacional. Y carecíamos de todo ello en aquel momento. Razón de fondo también para el llamado apremiante del primer Poder de la República.
No obstante, accidentalmente para nos, a finales del 2008 los Estados Parte modifican su acuerdo del año 2001, estableciendo que para la fecha fatal precitada, solo era preciso presentar un estudio preliminar junto a la solicitud de ampliación del territorio. Lo que –como buenos ticos- hizo 48 horas antes del vencimiento nuestra Cancillería.
El estudio presentado por Costa Rica señala una pretensión preliminar de unos 125.000km2; 6 veces el territorio de El Salvador, con lo cual nuestro país alcanzará 765.000km2 incluyendo el territorio continental. Por otra parte, solicitamos 3 años para presentar el estudio de fondo, cuyo límite será mayo del 2012, unos 100 días a partir de hoy…
La nueva extensión nacional, además de obligante para reescribir los libros de texto; es una oportunidad para un desarrollo nacional diferenciado y prometedor, que sin duda a lo largo del Siglo XXI será fundamento para nuevas opciones de éxito entre las generaciones venideras, al amparo de recursos minerales abundantes y estratégicos en la industria marina.
No obstante, no es suficiente soñar, a nuestra generación le corresponde asegurar este patrimonio y sentar las bases educativas y tecnológicas para prepararnos en las nuevas tareas que nuestro país promete atender ante el concierto de las Naciones Unidas, con la pretensión entregada el 13 de mayo del 2009.
Y en el campo cívico, debemos exigir al gobernante la obligación de cumplir con un oportuno y excelente trabajo ante la Comisión de los Fondos Marinos de la ONU, el cual materialice esta justa aspiración de nuestro pueblo.
Ilustración 5. Costa Rica en el contexto de los fondos marinos mesoamericanos. En amarillo se delimitan los nuevos territorios en el Océano Pacifico. La línea negra representa el límite actual. Se destaca la isla del Coco como eje geográfico de la pretensión. Fuente: Cancillería de la República.
CONVEMAR en este documento.
Misión Técnica del Gobierno de Alemania